¿Psicópata, sociópata o asesino en serie?
¿Cuántas veces oímos en películas, series o en nuestro círculo social frases como... "Oh dios mío, es un psicópata! o como... "Con esa infancia, lo raro es que no se convierta en un asesino" y cómo no, lo que solemos pensar ¨Ha matado a tanta gente porque es un psicópata"?
Pues bueno, hoy vamos a hacer un repaso por dos trastornos mentales y una conducta criminal para ver cuánto de verdad hay en este tipo de comentarios.
En primer lugar, es importante hacer hincapié en que estas tres cosas pueden darse juntas o separadas en una persona que presente un comportamiento delictivo.
Dicho esto, vamos a empezar.
Psicopatía
Decimos que una persona es psicópata cuando presenta rasgos de su personalidad como falta de empatía o sentimiento de culpa, egocentrismo, tendencia a la mentira o a la manipulación, desinhibición, atrevimiento, etc.
Matizando un poco estos rasgos, los psicópatas tienen la capacidad de sentir empatía pero no la "activan" a voluntad, además se estima que tienen desarrollada la empatía cognitiva pero no la emocional, por lo que no les provoca malestar el sufrimiento de los demás.
Con mucha frecuencia son narcisistas y, aún así, suelen ser personas encantadoras y sociables como Ted Bundy.
Según estudios, los psicópatas tienen un rango de emociones más limitadas que el resto de la población, sintiendo menos emociones negativas, especialmente miedo (sí, eso que nos suele frenar de hacer locuras).
Por ello, también tienen más problemas para asociar los castigos que les imponen a las conductas que los han provocado.
La predisposición a la psicopatía en la infancia puede manifestarse (siendo lo más abundante) con robos, mentiras frecuentes, vandalismo y, sobre todo, con violencia hacia animales y personas, rasgos que a su vez se relacionan con el trastorno de personalidad disocial.
Las alteraciones biológicas de los psicópatas les llevan a una necesidad de estimulación continua. Es decir, les resulta fácil aburrirse, rasgo que comparten con las personas extrovertidas y con otros trastornos que afectan al cerebro, como el TDAH.
Aún así, no suelen ser personas que tengan otro tipo de trastornos o enfermedades mentales.
Ya en la época adolescente y adulta, la actitud psicopática suele relacionarse con el abuso de sustancias, el encarcelamiento, la violencia de género, la violación y la pederastia. También son frecuentes los crímenes económicos y de guerra.
Suelen ser sexualmente promiscuos (en parte por su sensación de aburrimiento en situaciones monótonas). Dadas sus dificultades interpersonales y para establecer compromisos, se implican en las relaciones de forma superficial y se preocupan principalmente por el sexo y por las utilidades prácticas que pueden obtener de sus parejas.
Para acabar, es importante recalcar que los psicópatas no siempre cometen delitos y pueden estar perfectamente adaptados a la sociedad.
Sociopatía
El trastorno sociopático se suele dar en individuos con un temperamento normal pero que, en su infancia, no han adquirido atributos socializadores imprescindibles debido a una crianza negligente e incompetente.
Por ello, las dinámicas de interacción con los demás pueden causarles daño sentimental con relativa facilidad así como es común que traspasen normas fundamentales para la convivencia sin apenas darse cuenta.
A diferencia de los psicópatas, son personas que tienen grandes dificultades para ser aceptados porque pocas veces resultan encantadores, amables, seductores, etc.
Estas personas sí empatizan pero les cuesta "conectar" con los demás o predecir el tipo de conductas que causarán malestar a otros.
Son impulsivos y tienen problemas para reprimir su ganas de satisfacer sus necesidades inmediatas ya que no saben canalizar sus emociones.
Por ello, con frecuencia se ven envueltos en situaciones de violencia que se desencadenan de forma espontánea.
Suelen vincularse con la pobreza y la marginalidad debido a que sus hábitos de vida les impiden aspirar a metas a largo plazo que les puedan llevar a mejorar su status vital.
Normalmente, son hombres jóvenes que no socializan normalmente durante su infancia y adolescencia.
Asesino en serie
Por definición, es una persona que, en un lapso de 30 días o más, con un período de enfriamiento entre cada asesinato, asesina a 3 personas o más, con una motivación basada en la gratificación psicológica que le proporciona el crimen.
Suelen ser, generalmente, hombres cuya infancia han sufrido humillaciones, maltratos y otros tipos de violencia. En aproximadamente la mitad de los casos, existe una ausencia paterna y una madre con actitud negligente considerada un peligro del que protegerse por parte del sujeto.
Según varios estudios, estas personas tienden a presentar diferencias anatómicas con las personas corrientes como un lóbulo frontal de mayor tamaño y más funcional, así como mayor agresividad, menor capacidad empática que la media y más capacidad de estrategia. Todo ello puede desembocar en cierto riesgo de sadismo.

Neuroquímicamente hablando, el individuo sufre una alteración conductual que le aboca al acto criminal en un intento desesperado por imponer su superioridad respecto a sus semejantes.
Los crímenes que llevan a cabo, suelen ser llevados a cabo de una forma similar y las víctimas suelen compartir alguna característica ya sea social, de raza, de sexo, de edad o de religión.
En definitiva, teniendo en cuenta que, tanto la psicopatía como la sociopatía son trastornos mentales, es lógico decir que puede haber asesinos en serie psicópatas, asesinos en serie sociópatas e incluso asesinos en serie que no tengan ningún trastorno mental más allá de la necesidad imperiosa para satisfacer un placer o una compulsión.
De la misma manera, también es correcto decir que la mayoría de las personas con rasgos psicopáticos no cometen asesinato (a pesar de lo que parezca) y que la mayoría de los sociópatas se centran en delitos menores y más relacionados con el mundo de las drogas.
Así que sí, a lo mejor ese vecino tan agradable es un psicópata y, probablemente ese niño desarrolle rasgos sociopáticos pero no son necesariamente asesinos en serie...
¿o sí?...